ruth vidal
(1998, Pontevedra, ES)
Ruth aborda la construcción de la imagen a partir de la materialidad y la superposición. La forma de su pintura es camaleónica ya que repliega sobre sí misma, ocultando y revelando su propio proceso. Su uso de la tinta hinchable, trasladando técnicas del grabado al terreno de la pintura genera superficies vibrantes donde el monocromo adquiere una intimidad enigmática, en sintonía con la investigación sobre la pintura como objeto llevada a cabo por Angela de la Cruz en “Una pintura atrapada en su propio cuerpo (2015)”, además de incidir en la exploración del juego matérico-conceptual de artistas como Anselm Kiefer. Los trabajos en sí mismos nos guían a comprender la carga emocional implicada en su proceso, con decenas de capas cromáticas yuxtapuestas en cada una de las obras. En su particular reflexión sobre la evolución de la pintura abstracta del siglo XX, la artista navega por la abstracción lírica desde Mark Rothko hasta Josef Albers proponiéndonos una experiencia dónde la percepción del color se convierte en una cuestión sensorial y casi táctil.