SERIE SEMILLAS
La pluma se posa sobre el papel blanco
y contornea una pizca de espacio,
dando forma a la figura más elemental: una semilla.
La primera.
Un segundo trazo abraza una nueva porción de aire,
luego un tercero... y así hasta perder la cuenta,
avanzando espontáneamente,
conquistando la hoja en un proceso hipnótico.
Como un hilo tejido,
los nudos se adicionan
uno después de otro,
configurando un cuerpo impulsivo.
Este crecimiento podría desarrollarse hasta el infinito,
pero se detiene cuando encuentra su equilibrio,
entregando su gesto.